Cada persona, independiente de su status social, maneja una personalidad específica producto de su educación, su formación, genes, etc. Las personalidades introvertidas o serviles son muchas veces un impedimento para enfrentarse a personas autoritarias, conflictivas, rígidas o autosuficientes. Y viceversa: personas que viven instaladas sobre un estrado, “bajan” con mucha dificultad para relacionarse con el resto del mundo y son vistas con recelo, temor o como personas inaccesibles o pedantes.
Con técnicas especificas todos podemos mejorar nuestro desempeño laboral y también nuestras relaciones familiares y sociales.
Con técnicas adquiridas, que implican manejo del cuerpo y voz, cada uno podrá defender un argumento adecuadamente, enfrentarse dentro de su trabajo a situaciones difíciles, y, desde luego, desarrollar su personalidad, en vista de una convivencia generosa, segura y amable.
Ideal para colaboradores de empresas (gerentes y empleados), profesionales de diversos rubros y cualquier persona que desee explorar su propio “yo” en vista de relacionarse mejor con su entorno.